Soulinpain – The Evolution of Sin

The Evolution of Sin es el tercer LP de la banda santiaguina Soulinpain. Les aseguro de inmediato que el disco no es aburrido, pero raya en lo monótono. Y ahí está el gran pero: la mayoría de los temas tienen una estructura similar, donde cuesta diferenciar la novedad entre cuerdas, inflexiones de voz y melodías. Un material que en vivo debe sonar como cañón, no me cabe la menor duda, porque el Death Thrash te da ese poder; pero que en la tranquilidad del hogar, puesto en el equipo de audio, pareciera tener un loop donde la carencia de matices termina por pasar la cuenta.

Veamos qué sucede entonces con este material:

Al inicio del disco y en algunas canciones se dio paso a introducciones, con algunos sintetizadores y efectos de sonido. Rescato en esto la generación de atmósfera, aunque a veces un tanto plástica, vaticinando la agresividad que se viene en los temas.

Considerando lo planteado en el inicio… hay puntos altos, si, pero esos escapes a la monotonía referida no son una constante, destacando entre esas fugas Guerra Eterna, canción que deja de lado la máquina de riffs que se vician en el desarrollo del álbum, mostrando cambios de velocidad y momentos para lo “brutal” y lo “melódico”. Tampoco estoy pidiendo que se reinvente la rueda o que esto se transforme en una piñata de riffs y abusos técnicos, pero convengamos en que había que variar un poco más, como en el tema mencionado, para no quedarse con la sensación de homogeneidad categórica. Otros en la mención honrosa son Innocence Broken y Black Spirit, siendo este último un corte que podría gustarle mucho a los fans de Six Feet Under por su faceta más rockera y con algo de groove.

Pero hay un detalle que no puede descuidarse, menos en un material de estudio de una banda que ya tiene más de un disco en vitrina. Ese detalle es la grabación. Y en este punto, no me estoy quejando de cómo suena, sino que hablo de la ejecución, con algunos destiempos, saturación y desordenes en la batería.

Al poner un poco de oreja existe una sensación incómoda, como si algo en el ritmo se rompiera y perdieras el patrón percusivo, dando a pensar que no se siguió mucho el metrónomo o que derechamente se mezclaron mal las pistas. Sumado a esto, le hace un flaco favor al disco que el bajo se escuche muy poco, dejando a quienes llevan el ritmo por excelencia -bajo y batería- al “debe” en este material. En cuanto a la guitarra, me pareció correcta, y esto no tiene que ver, como antes dijera, con que los riffs estén viciados en el transcurso del disco.

Sobre la voz, también me parece correcta, con un registro parecido al de Rodrigo Zepeda de Recrucide; pero me hubiera gustado escuchar más inflexiones, pues el registro vocal no varia mucho en su forma entre canciones.

En cuanto al arte, The Evolution of Sin ha sido presentado en el clásico formato CD (jewelcase), con un booklet sencillo, cargándose al desarrollo sobre fondos negros y tonos sepia en las ilustraciones y fotografías. La portada es una composición fotográfica/digital que alude al mito de Eva y la Serpiente, el origen del pecado de la humanidad. Conscientes de aquello, los nacionales se anotan un buen punto a favor al hacer coherencia en la triada música/letras/diseño sobre la “evolución del pecado”, paseándose por temáticas existencialistas, guerra, muerte, odio y dolor.

Por otro lado, me parece que la repartición de seis canciones en español y seis canciones en inglés es un buen gesto, no tan sólo como aporte al Metal en nuestro idioma, sino que da un enganche particular que no muchas bandas -nacionales e internacionales- utilizan.

En lo personal, y para terminar, creo que lo mejor no se da desde el comienzo, sino en su última mitad, pues es el lugar donde se explora más y se escapa del reconocible estilo practicado por Soulinpain. Por lo mismo hice mención de Guerra Eterna, Innocence Broken y Black Spirit, que asoman como los mejores temas del “segundo tiempo”. Y aunque ya dije que el disco raya en la monotonía, al menos podrán encontrarse con un material que cumple con el objetivo del estilo: es pesado y agresivo a la vena, que con un par de vueltas, le irás encontrando el gusto.