Review: Dark Tranquillity en Chile

Los suecos de Dark Tranquillity aterrizaron en nuestro país, en lo que fue su segunda presentación en tierras chilenas, para ratificar porqué están dentro de lo más selecto del Metal europeo. Y no es para menos, pues luego de casi 20 años de carrera los oriundos de Gotemburgo llegaron a Santiago a refrendar su cartel de leyendas del género del Death Metal Melódico. Todo en el marco de la gira de su última producción We’re the Void, que da muestras de que la banda encabezada por el histriónico Mikael Stanne sigue tan vigente como hace dos décadas.

A pesar que en un comienzo el evento se realizaría en el Teatro Novedades, la producción hizo el esfuerzo de trasladar el lance a un local que estuviera a la altura de las circunstancias, por lo que en definitiva el punto de reunión para este imperdible concierto resultó ser el Teatro Teletón, que de un tiempo a esta parte se ha convertido en una especie de hermano chico del siempre apetecido Caupolicán, pues del abanico de recintos disponibles para el tipo de conciertos que nos convoca, es el local con mejor acústica, instalaciones y espacios.

Industrial Company Inc.

Un ambiente muy frio recibía a los capitalinos de Industrial Company Inc, tanto por la sensación térmica que no superaba los 10°, como por el público que a esa hora ya estaba dentro del recinto y no superaba las 100 personas. Aún con esta reducida audiencia, la “Compañía Industrial” entrego un entretenido show audiovisual, cuyo apartado técnico estuvo en buena parte de la presentación a gran nivel, con todos los instrumentos sonando realmente bien, salvo el micrófono del guitarrista de la banda, NOW-IS,  cuyo volumen no permitió escuchar su voz si no hasta bien entrado el show de la banda.

Mientras la banda interpretaba temas de su placa Direct God, como ‘Nobody wants your System’, ‘You’re part of us’ y ‘The Weapon’; en el telón que adornaba el escenario se proyectaban imágenes acordes a la temática estética que la banda proyecta. El público se dividía entre quienes aplaudían con fuerza, los que aplaudían por trámite y los que derechamente abucheaban, aunque eran los menos. A esas alturas el tema del sonido se había resuelto, mientras arriba del escenario el sexteto interpretaba ‘Now Behold’ y ‘The New Path’.

Con la interpretación de ‘Slave’ la banda comenzaba su retirada del escenario tras media hora de show y con arrebatos de violencia por parte del guitarrista de la banda, que posteriormente el vocalista Devil 1390 justificaría, al comentar que dicho show sería el último de la banda, con un políticamente correcto “(…) agradecemos a quienes nos apoyaron durante todo este tiempo, y a los que no, váyanse a la conchesumadre”. Las caras de incredulidad se dieron por montón, que luego derivaron en una serie de tallas y puteadas contra la banda, que sin mayor tramite había dejado el escenario.

Darkemist

Los autores de Relief se subieron al escenario cuando el reloj marcaba casi las nueve de la noche, y desde un comienzo dieron muestra que para la ocasión pretendían decir presente a gritos, pues el sonido adquirió un  volumen realmente alto y muy cargado a las frecuencias agudas, lo que en algunos momentos resultaba bastante fastidioso. Esto último parecía no inmutar a la mayoría de los asistentes, pues buena parte respondía con cabeceo y aplausos, lo que era bastante esperable pues la banda encabezada por Juan Luis Burquez cultiva un estilo muy similar al que era el plato de fondo de la noche.

Con el público de su lado, los capitalinos se dedicaron a mostrar material de su última placa como ‘Falling’, ‘Provoke’ y ‘Maybe if you Bleed’, donde pude notar cierta saturación en el nivel general del sonido de la banda, pues la batería de Fran Muñoz sonaba de forma poco nítida y además, el teclado de la estupenda Fernanda Mánquez alcanzaba un volumen demasiado alto, dejando en segundo plano la guitarra de Ramón Pasternak y la voz de Burquez. Me llamo la atención que en esta ocasión la banda se presentara como quinteto, sin la presencia de Rodrigo Godoy que hace ya algún tiempo había estado tocando junto a la banda, por lo que quedamos a la espera de algún comunicado al respecto por parte de Darkemist.

La presentación del quinteto aumentaba en intensidad conforme avanzaba la hora, mientras sonaban cortes como ‘Erasing Identity’ y además, una nueva canción que –tal como pudimos averiguar después– se titula ‘Turmoil’ y sigue la línea trazada por la banda durante estos años. Finalmente, la agrupación nacional cerraría su show con ‘Down’, la única referencia que la agrupación hiciera a su debut discográfico Mindseek. Después de cerca de media hora, Darkemist dejaba el escenario del Teletón tras un fuerte aplauso y una potente presentación cuyo único pero fue el volumen y la saturación que en algunos momentos tuvo el sonido, pero aun con este contratiempo la banda demostró sus credenciales para telonear a una de sus mayores influencias, como lo es Dark Tranquillity.

Dark Tranquillity

Los suecos se presentaban por segunda vez en nuestro país con una gran expectación, expresada en los diferentes medios de comunicación que informaron del evento. Lamentablemente esta expectación no se vio reflejada en afluencia de público al evento, que con suerte superó las ochocientas personas. Aún así, los asistentes al evento se las arreglaron para capear el frío que se hizo presente en la velada y demostraron un fanatismo a prueba de balas, que se vio recompensado cuando el Teletón se cubrió de oscuridad para dar paso al sexteto proveniente de Suecia, que sin diligencia alguna comenzaba vertiginosamente su presentación con ‘At the Point of Ignition’, corte que abre la última producción de los nórdicos. En un comienzo, el sonido se volvía un tanto confuso sobre todo en la base rítmica de la banda, pero nada que hiciera que la interpretación se tornara en algo indescifrable. En seguida, un problema técnico dejaría en pausa el show, todo mientras el carismático Mikael Stanne realizaba un caluroso agradecimiento al público que había llegado al recinto emplazado en el centro de la capital, lo que se transformaría en la tónica de la noche. Seguiría ‘The Fatalist’ y luego la potente ‘Focus Shift’, que en definitiva le agregaba el ingrediente secreto a una velada que ya estaba siendo disfrutada a concho.

Sobre las tablas, Stanne y compañía se veían sorprendidos por la calurosa recepción que el público brindaba a la banda nacida en el otro extremo del mundo. En aquel instante el sonido alcanzaba una calidad excepcional, dejando en ridículo el pobre sonido que la banda mostró en su anterior presentación en nuestro país. Mientras el telón que se ubicó tras el escenario mostraba imágenes de los diferentes artworks que acompañan a los discos de la banda, los nórdicos se despachaban la tremenda ‘The Wonders at your Feet’, que desembocó en un canto ensordecedor de parte del reducido pero desquiciado público, que además aprovechaba de abrazar a un alegre Stanne que seducido por la entrega de los forofos se acercó a las barreras de seguridad y se dejó querer por la gente que se hizo lugar entre las primera filas. Siguiendo con lo más selecto del repertorio de la “Oscura Tranquilidad”, sonaba la épica ‘Final Resistance’ que llevó la neurastenia a un nivel indescriptible y todo acompañado nuevamente de un coro que se hizo sentir con fuerza.

Con ‘Misery’s Crown’, Dark Tranquillity mostraba su lado más melódico y rockero, en el marco de un pegajoso tema que la gente disfruto y aplaudió a concho. El sonido seguía dando la razón a la decisión del cambio de recinto, ya que a pesar de uno que otro problema de volumen, las excelsas armonías de la dupla Henriksson-Sundi se oían perfectamente, y cada vez que el teclado de Martin Brändström debía hacerse sonar, lo hacía con semblante. La base rítmica, por su parte, no falló en ningún momento y siempre sonó de forma nítida y muy potente. A continuación vendría el primer repaso de la noche a The Gallery (1995), el álbum que lanzara a la banda a la fama y los situaría como puntal en la escena del Death Metal Melódico de Gotemburgo. Sonaba ‘Punish my Heaven’ mientras el público verbalizaba la palabra delirio. Sin darme cuenta, habían transcurrido cerca de tres cuartos de hora y, sin despeinarse, la banda ya tenía al público a sus pies, todo gracias a un show directo y al hueso, que no escatima en recursos para enrostrar la credencial que sitúa a los escandinavos de entre lo más selecto del circuito de música extrema del viejo continente.

Mientras Stanne hacia una pequeña pausa para rememorar lo que ha sido la conexión de la banda con nuestro país, basada en el intercambio y venta de material de forma más bien particular con los fans, el resto de la banda aprovechaba de refrescarse en un ambiente que estaba realmente caldeado a pesar del frío que se tomaba la ciudad a esas horas de la noche. Entonces vendría la emotiva ‘My Negation’ que resultaría en uno de los momentos memorables de la velada. Para no subir mucho las revoluciones, vendría ‘Iridium’ que es otra muestra de la versatilidad musical que posee la banda, pues a momentos dicho corte parece sacado del repertorio de las bandas que practican un Doom Metal más moderno, y por lo mismo resulta en un buen acierto de los nórdicos al buscar nuevos horizontes. Con ‘Shadow in our Blood’ seguíamos escuchando material del último We’re the Void (2010) mientras al fondo podíamos ver el video de dicho track, que en el escenario la banda interpretaba con una sincronía perfecta respecto de lo que podíamos ver en el video. En este sentido, es imposible dejar de mencionar cuan fiel que es la interpretación que la banda realiza en vivo con respecto a lo que registra en sus placas. En ese momento el ritmo del concierto bajo levemente por razones obvias, y aun así Stanne se veía sorprendido por la reacción de la gente que aún sin conocer mayormente dicho tema, saltaba y cabeceaba como si de un clásico imperdible se tratara.

Para volver a encender el alicaído ambiente, llegaría ‘The Lesser Faith’ que encendió los ánimos en un abrir y cerrar de ojos, donde la banda nuevamente demostraba su oficio y sin mayor complicación dejo a todos a sus pies, en un show que tiene calidad y potencia en su justa medida. En seguida llegaría ‘Dream Oblivion’ y en seguida uno de los momentos culmines de la jornada, con ‘Lethe’ y la última referencia que la banda hiciera al clásico The Gallery. La entrega pudo más que el frío y el cansancio, y el público canto al unísono el coro del tema que la banda escribiera hace ya 15 años, mientras la cara de buena parte de los asistentes parecía decir que la entrada ya estaba pagada. Pero no, aún quedaba tiempo para más y por lo mismo, la banda se despacharía ‘Lost to Apathy’, perteneciente al EP con el mismo título lanzado hace seis años y que además apareciera en el tremendo Character (2005).

La oscuridad nuevamente se tomaría el recinto, mientras la banda se tomaba el primer –y a la postre único– break de la noche, para volver rápidamente a interpretar ‘ThereIn’ en lo que sería el único guiño de la noche a Projector (1999), uno de los mejores lanzamientos de la banda. Mientras tanto Stanne volvía a acercarse al público, y repetía sus adulaciones para con la fanaticada de nuestro país. Luego de ‘The Grandest Accusation’ llegaría el cierre con la eminente ‘Terminus (Where Death is most Alive)’, poniendo así el broche de oro a una noche realmente excepcional. El sexteto se abrazaba frente a la multitud y rápidamente se retiraba del escenario, pero Stanne siguió con su show personal y volvió al escenario (el resto de la banda se le unió unos instantes después) para bajarse “al seco” una lata de cerveza, alentado por todos quienes seguían ahí esperando alguna nueva sorpresita – que definitivamente no llegó. La imagen solo resumía el tono que tuvo la helada y a la vez candente noche vivida en el Teletón: una banda entregada a un público que, a pesar de ser más bien menor en cantidad, se multiplicó por euforia y fanatismo, todo en el marco de un show tremendamente profesional y muy al hueso. Por fin habíamos tenido la oportunidad de ver a una de las bandas fundadoras del movimiento de Death Metal de Gotemburgo con todas las comodidades que una visita de ese calibre merecía. Quizás faltaron más temas de su repertorio más conocido como ‘White Noise/Black Silence’, ‘The Treason Wall’ o ‘The Sun Fired Blanks’, pero no me cabe la duda que en un futuro podremos escuchar dichas composiciones en vivo. Al fin y al cabo, y descrito en una sola palabra: Fenomenal.