Review: Epica en Chile

Excelente es decir poco con Epica, y es que lo vivido el pasado miércoles 14 de abril en el Teatro Caupolicán, fue el sueño cumplido de muchos fanáticos del conjunto: ver a su banda favorita en el recinto que merecían estar. Una noche llena de luces, música bombástica y una agrupación explosiva que dejó todo en escena y se llevó al bolsillo al respetable público.

Eran minutos para las nueve de la noche y ya se vivía intensamente el ambiente previo al inicio. Mentiría si dijera que habían más de 2500 personas, la postal era parecida al recital de Avantasia del recién pasado año: cancha con bastante gente, y graderías bastante vacías en algunos sectores. Motivos para esto sobran, obviamente el terremoto es un gran factor, y como no dejar de lado los precios (que estaban bastante elevados). Pero más allá de hacer un análisis de porque no se llenó el recinto, es hora de comentar a lo que vinimos.

Son las nueve en punto y la penumbra en el teatro detonaba la explosión de gente que fue totalmente impresionante. El nivel de griteríos daba la impresión que había el doble de personas en el lugar del evento y a Epica podríamos decir que le gustó “poquito”. Si desde el primer momento con la intro de su último disco, Samadhi (Prelude), ya estaban vuelto locos, y dieron rienda suelta a los cabeceos y saltos en cancha con el temón que sigue en su última placa, Resign To Surrender.

El sonido no era óptimo, sinceramente nunca lo fue en toda la noche (ahí se notó la falta de público con el rebote del audio en el teatro), pero eso no opacó ni las ganas de la banda ni el entusiasmo del público. Con Sensorium el piso se remecía con los saltos y es que ahora se integraban también a disfrutar los que se saben de memorias estos temas más antiguos que ya son clásicos del conjunto.

Volvíamos a nuevas canciones, y la hermosa Simone Simons, que lucía un atuendo similar al que podemos ver en el video de Quietus, nos indicaba que sonaría el single de su más reciente trabajo, Unleashed, un tema bien movido, bien oreja, de esos que precisamente gustan poco a los fanáticos más puristas de la banda, pero que a la hora de los “quiubo” lo corean igual como si fuera un tema del The Phantom Agony. Siguiendo con el nuevo trabajo, la velada continuaría con quizás una de las mejores canciones de Design Your Universe, hablo de Martyr Of The Free Word, un corte extenso (como ha sido la tónica con Epica en sus últimos trabajos) pero muy bien trabajado, sabiendo lograr esas mixturas entre la brutalidad de los riffs de guitarra y la suavidad de la dulce voz de Simone, un tema que se perfila para clásico.

Se retira la bella vocalista del escenario, y todo se vuelve penumbras, para de repente ser interrumpidos por melodías orquestadas en compañía de cientos de luces en escena que llamaban la atención de sobremanera (¡Cabe destacar la increíble iluminación durante toda la velada!). Entre las sombras los músicos empezaban a sorprender con la marcha imperial, si la mismísima de Star Wars, en una versión metalera/sinfónica realmente potente e impresionante. Un temón de principio a fin, quizás el mejor cover metalero que he escuchado alguna vez de este clásico de John Williams. ¡Tremendo!.

Con la vuelta de Simone al escenario, Mark nos confiesa que el siguiente tema siempre en sus conciertos durante esta gira queda a elección del público, y que por esta ocasión nos haría elegir entre Seif Al Din y Mother Of Light. La eufórica respuesta se inclinó por Mother Of Light, que sería el primer corte de Consign To Oblivion que escucharíamos en la jornada. Una canción dinámica, con mucha orquesta, quizás uno de los highlights de este disco que tuvo una excelentísima interpretación, sólo fallando a ratos Simone, aunque me queda la duda, si era Simone quien no lograba controlar bien la respiración o era su micrófono que se entrecortada.

Cry For The Moon entraba sonando fuerte con una impecable Simone y un infalible Coen Jansen, quienes daban el puntapie inicial a uno de los himnos del conjunto. Esperemos que algún día puedan traer consigo en las giras al coro que se puede ver en el DVD, We Will Take You With Us, algo que sería totalmente increíble y daría sin lugar a dudas un plus al espectáculo. La banda demostraba estar disfrutando el show, más todavía Mark, quien sin polera a estas alturas (para regocijo de las señoritas) vociferaba a todo ritmo sus guturales e incitaba al respetable a proseguir con el desorden que ya era grande en esos momentos.

Una estructura que no falla en los conciertos de Epica, y en sus discos es incluir una balada para calmar a las masas. La de este turno fue claramente la de su último trabajo, que lleva por título Tides Of Time, nada muy distinto de otras baladas del conjunto. Piano solista, Simone cantando, ambiente mucho más relajado y la entrada de la banda al final para terminar con la canción bien arriba. Algo típico y que en lo personal ya no tiene el mismo impacto como con pasados trabajos como Solitary Ground o Feint.

Con Blank Infinity y The Obsessive Devotion el teatro se venía abajo. Primero con uno de los cortes más entretenidos de Consign To Oblivion, para luego despacharnos con el primer tema de la noche de The Divine Conspiracy, canción que a estas alturas de la noche no la esperaba para nada, de hecho en algún momento llegué a pensar que no tocarían nada de este increíble disco. Notable fue volver a escuchar esta pieza maestra que abre su penúltimo album, un tema que se prolonga por un poco más de siete minutos de cabeceos constantes y melodías que atrapan como lo hicieron nuevamente esa noche.

Todo indicaba que llegaba el final de la jornada, y los sonidos iniciales de Kingdom Of Heaven se convertían en gritos orgásmicos de los fanáticos que reventaban en emoción por escuchar una de las canciones más magistrales compuesta por el conjunto en el último tiempo, y es que Epica siempre sorprende con un tema larga duración en sus discos, por lo general con el tema homónimo que resulta ser el más significativo del disco, tradición que se rompió en este LP, pero que si mantuvo algo intacto: la increíble dedicación, composición y progresividad del tema promesa de cada disco. Lo hicieron con The Phantom Agony, Consign To Oblivion, The Divine Conspiracy y lo repitieron ahora con este Kingdom Of Heaven.

Una obra maestra que se pasea por el Black, Death, su Goth Sinfónico tan característico y aborda inclusive solos de guitarra semi acústicos. El resultado es tan único que demuestra que la banda lo logró de nuevo, dar en el clavo con una canción de ribetes épicos (por algo el nombre del grupo ¿o no?) y que hipnotiza durante sus más de trece minutos de duración. Al parecer Epica seguirá haciendo sus canciones cada vez más largas.

La banda se retira y luego de un rato esperable de gritos pidiendo su regreso, vuelven a escena. Pero esta vez son sólo Coen e Isaac Delahaye, el nuevo guitarrista quien visitaba por primera vez Chile. Echan la talla un rato, bromean con el público y luego invitan al resto de la banda que se reinstala en el escenario para deleitarnos con un segundo y último tema de The Divine Conspiracy (tocaron demasiado poco de este disco), Sancta Terra, gran canción, sencilla y muy efectiva, aunque en lo personal hubiera preferido escuchar Fools Of Damnation o alguna otra mejorcita de este LP.

El inicio con ese toque medieval que tiene Quietus, llamó a levantar las palmas y seguir el ritmo de la canción que para variar fue interpretada en su versión Grunts, al parecer la favorita de Mark y compañía, que destaca por ser bastante más violenta que la original que fue usada como single de ese disco.

Para regocijo de los fans, Simone de forma muy escueta anuncia un clásico de Epica (tal cual sus palabras). Se trató de Consign To Oblivion, otro corte totalmente majestuoso e inesperable luego de la interpretación de Kingdom Of Heaven, más encima en una versión mucho más intensa, en especial con los redobles salvajes por parte de Ariën Van Weesenbeek, quien es lejos mucho más bestial en los tarros que Jeroen Simmons (primer batero del conjunto y con el que grabaron dicha canción). Una interpretación de las mejores que ha tenido este tema en Chile por lejos cerraba una velada increíble, una banda que es como el vino, mejorando con el tiempo y sin dejar de lado la cercanía que los hizo grandes con su público.

Es de esperar que la banda siga creciendo y cosechando éxitos, un show de dos horas de extensión se hizo poco. En lo personal creo que para una próxima venida, el conjunto tal como ya lo ha hecho previamente aumentará su masa de fanáticos, y llenarán el recinto de calle San Diego. Lo de esta vez fue sólo una prueba e inversión para la productora, en la próxima la ganancia es segura, y como no apostar con Epica, una banda que juega a ganadora y que esperamos volver a ver pronto, más temprano que tarde.

Setlist Epica

  1. Samadhi (Prelude)
  2. Resign To Surrender (A New Age Dawns – Part IV)
  3. Sensorium
  4. Unleashed
  5. Martyr Of The Free Word
  6. The Imperial March (Star Wars)
  7. Mother Of Light
  8. Cry For The Moon
  9. Tides Of Time
  10. Blank Infinity
  11. The Obsessive Devotion
  12. Kingdom Of Heaven

Encore:

  1. Sancta Terra
  2. Quietus
  3. Consign To Oblivion

Review: Nicolás Pérez
Fotos: Sandra González

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  • Gonzalo

    una lata haberse perdido este gran show
    todo x no tener plataaa >:(
    pero bueno pa la prox si o si
    imagino que se repetiran una vez
    mas x estos lados.

  • Kony

    Aaaawww! Fue geniaal! Tuve la suerte de quedar en primera fila :D !
    Hermoso concierto! Completamente memorable (L)!
    Geniales fotos las de la página :)

  • rkba

    Cada vez están haciendo conciertos más buenos.