Review: Katatonia en Chile

El pasado Jueves 24 de Febrero los suecos de Katatonia, en el marco de su gira mundial promocionando su última placa Night Is The New Day, se presentaron por primera vez en nuestro país luego de veinte años de carrera.

Los escandinavos fueron acompañados por los dos pesos pesados del Doom nacional como lo son Mar de Grises, que vienen de tocar en Europa, y Poema Arcanus, en lo que fue su primera apertura en un concierto internacional en mucho tiempo. Ambas bandas encendieron los fuegos del evento con una recepción más que aceptable por parte del público que, ya en la obertura, tenían al local con más gente de la que normalmente se espera.

Poema Arcanus

La presentación de Poema Arcanus partió pasadas las 20:15 Hrs. con un Teatro La Cupula que estaba a poco menos de la mitad de su capacidad, en el cual se vio al público tibio y a la banda sonando relativamente bien.

A pesar de haber presentado sólo cuatro canciones en no más de 20 minutos, a los Arcanos no les fue impedimento pasear por los discos Arcane XIII, Iconoclast y por su último trabajo Timeline Symmetry. Una lástima considerando que el vasto repertorio de los nacionales no da para tan corta presentación. Me hubiera gustado escuchar más de ellos, unos diez minutos adicionales quizás habrían evitado aquella sensación del “¿Y eso era todo?“.

Mar de Grises

Luego de la primera agrupación, la gente ansiosa pedía que Mar de Grises comenzara a tocar. No es algo de todos los días ver como “la banda telonera“, por quienes la mayoría suele llegar más tarde a los conciertos para no “mamarsela“, sea pedida por el público mientras en el escenario se hacían los preparativos para que tocaran, lo que daba harto gusto.

Los Grises, quienes se presentan por primera vez en el año luego de volver de su gira europea en Diciembre pasado, al igual que los Arcanos mostraron un poco de cada uno de sus álbumes y, con lo ajustados que estaban en el tiempo, también terminaron tocando unas cuatro canciones, con un sonido que no estuvo exento de uno que otro detalle, pero que igual tuvo al público bastante conforme.

Desgraciadamente, al igual que con Poema, quedamos con gusto a poco.

Katatonia

Pasadas las 21:30 Hrs. Katatonia se sube al escenario del Teatro La Cúpula con un repertorio bastante cargado hacia las tres ultimas placas, Viva Emptiness, The Great Cold Distance y, su última producción, Night Is The New Day, abriendo con Day And Then The Shade, seguida de canciones como My Twin, Longest Year, Omerta entre otros, con un sonido que estuvo… digamos que aceptable. No me mal entiendan, no sonó excesivamente fuerte y dudo que hayan quedado muchos sordos fuera de quienes estaban en la primera fila de la cancha, Jonas Renske cantó tan bien como se le oye en los álbumes, y los instrumentos eran bastante claros, pero el problema era que estos últimos aparecían y desaparecían, a veces las guitarras y en un par de ocasiones el bajo, la batería por otro lado era demasiado protagonista y algo parecido con las pistas que acompañaban a algunas canciones, que frecuentemente sonaban por encima de las cuerdas.

Si pensaron que Katatonia solo estuvo tocando material desde el Viva Emptiness hasta la fecha se equivocan, puesto que no dejaron fuera lo que hubo antes de ese álbum, con canciones como Teargas, For My Demons y una muy buena versión de Saw You Drown, las que fueron las más coreadas de la noche. Aún habiendo tocado aquellos temas del Last Fair Deal Gone Down y del Tonight’s Decision, llegando al final de la jornada la agrupación se fue todavía más hacia atrás, cuando tocaron Without God del Dance of December Souls, tema que al parecer no muchos ubicaban (A menos que me haya engañado la poca iluminación que había hacia el público), y Murder del Brave Murder Day.

Katatonia se despidió con una buena impresión, agradeciendo el apoyo y entusiasmo mostrado por el público nacional, por supuesto, esperando tenerlos de vuelta… y si nos ponemos un poco más exigentes, sería una buena carta acompañando a Opeth.

¿Como se verían con un concierto de Opeth y Katatonia? Dicen que soñar es gratis (Y también imaginar que se tocarían una de Bloodbath)