Review: Machine Head y Sepultura en Chile

Una de los elementos faltantes para agregar a la agenda musical del 2011, era la visita de la muy bien ponderada MACHINE HEAD, y por si esto no fuera poco, acompañada de nuestros hermanos brasileños de SEPULTURA. No está de más decir, que para MACHINE HEAD era su primera visita a nuestro país a diferencia de SEPULTURA que ya ha pisado nuestras tierras con anterioridad. Este ramillete de poder metalero se hizo sentir el día 19 de Octubre en el Teatro Caupolicán cuando por fin se dio inicio a este concierto con un denominador común, el poder metalero.

Sepultura

Eran las nueve en punto y comenzaban a sentirse en el ambiente los aires del Amazonas, con texturas de batucadas descarnadas. Comienzo propicio para SEPULTURA, banda que se encontraba de vuelta nuevamente en nuestro país en la promoción de su más reciente placa Kairos (2011).

Las luces se apagaron y comenzó el festival del moshpit, y de fondo, la introducción del nunca olvidado Under Siege (1991) desatando la demencia en cada uno de los presentes. No esta demás decir que el poderío que demostró SEPULTURA desde sus comienzos fue sublime, un sonido impecable, claridad absoluta en la ejecución de cada uno de los instrumentos y la cuota perfecta de nivel sonoro. Seguiría ‘Arise‘, la cual volvió a la tónica ya mencionada, moshpit de proporciones, el que aumentó al sonar ‘Refuse/Resist’, haciendo sentir que el recinto ya se venía abajo.

En esos momentos es que uno se pregunta: ¿Qué logra plasmar SEPULTURA en su música, que convoca tan alta conexión y fidelidad con su público? Objetivamente queda de perogrullo que los brasileños logran encarnar en su música la potencia del metal sudamericano, ese metal sudaca con olor a sudor y tierra, que logra mover cualquier cuello en el planeta. Tópicos en los temas que se familiarizan muy bien con las situaciones e injusticias que se viven y ven en el día a día. Esto hace a SEPULTURA una de las bandas de metal más grandes del planeta y no esto dicho por su trayectoria, sino que a través de los años -soportando grandes cambios en su alineación inicial- muestra su esencia básica, metal duro y frontal sin adornos ni demases.

Retomando el concierto, siguió la potencia de los brasileños con temas de su nueva Placa Kairos (2011). Es así como sonó por el increíble sistema de sonido -line array- del Teatro Caupolicán, la homónima ‘Kairos‘ y ‘Relentless‘. En este punto debo mencionar que el público se vio más apagado, con más atención en ver a la banda y comenzar a digerir de mejor manera el nuevo material. Aquí debo agregar un problema de sonido que empezó a hacerse recurrente en los solos de Andreas Kisser, y era que el sonido tendía a apagarse y desaparecer por instantes, no molestándole al músico, ya que en ningún minuto se percató del problema. Esto no afectó el correcto funcionamiento de la banda en el escenario, la que continuó con el espectáculo.

‘Dead Embryonic Cells‘ suena en el lugar y se desencadena nuevamente la locura volviendo a la tónica inicial, crear uno de los moshpit más grandes de la noche utilizando en su totalidad la platea baja del recinto, esto seguido de ‘Convicted in Life‘ con una increíble ejecución en la batería de Jean Dolabella. Este último tuvo una noche magistral, además de sonar increíblemente, no hubo momento ni espacio para errores. De este modo se crea el instante propicio para recaer en una atmósfera con aires a batucada que viene desde el mismo infierno, estas comandadas por Derrick Green y Jean Dolabella; y es así como comienza ‘Choke‘, seguida de ‘What I Do!‘

Terminando lo anterior, Andreas Kisser nos dedica unas palabras, mencionando “Santiago de Chile… raíz del Heavy Metal”. Esto hizo crear una de las ovaciones más grandes de la noche. Asimismo, Derrick Green agradece estar de vuelta en Chile y anuncia una batería de temas clásicos de SEPULTURA. Es así como comienza a sonar ‘Troops of Doom’ generando nuevamente un moshpit de proporciones en la platea baja, continuando este mix old school de SEPULTURA con ‘Septic Schizo‘ y ‘Escape to the Void‘.

A estas alturas la máquina demoledora en que se había convertido la histórica agrupación tocó ‘Just One Fix‘ -cover de Ministry- y ‘Seethe‘, temas del ya mencionado Kairos (2011). Aquí se volvieron a provocar los problemas de sonido ya mencionados, en los solos de guitarra, además de un corte del cable del micrófono de Derrick Green, haciéndolo utilizar el micrófono de Andreas Kisser para seguir con el show. En este punto nuevamente la gente tendió a apagarse, pero sólo por poco tiempo, ya que bajo la consigna “This is your fucking territory” de parte de Derrick Green y Andreas Kisser se hacía presente ‘Territory‘, generando uno de los momentos más grandes de la noche: el público coreando el tema de comienzo a fin, todos de pie en donde si no estabas dentro del moshpit te encontrabas haciendo un headbanging muele-cervicales. Sin dar tregua SEPULTURA sigue su show demoledor con el cover de los Titãs ‘Policia‘ e ‘Inner Self‘.

SEPULTURA hace su primer retiro donde no se dejaron esperar mucho y nuevamente de manos de Derrick Green y Jean Dolabella comienza la batucada del infierno logrando teñir de texturas verdes terrosas y olor a Amazonas el Teatro Caupolicán, clima perfecto para dar inicio a ‘Ratamahatta‘, coreando el público el tema de comienzo a fin y generando una onda increíble, siendo el momento perfecto para despedir a SEPULTURA con ‘Roots Bloody Roots‘ generando nuevamente un moshpit de proporciones, todo esto acompañado con la polera de Sea Shepherd de Derrick Green y la consigna ecológica que SEPULTURA tiene con el medio ambiente.

Como anécdota al final de la presentación, uno de los fans lanzó al escenario sus llaves -al parecer de su casa-, las cuales fueron vistas por Derrick Green pasando sobre él y cayendo finalmente bajo la batería. Con gentileza Derrick Green se agachó en su búsqueda y consultó de quienes eran las llaves, las que al parecer no fueron de importancia para su dueño ya que quedaron de amuleto de guerra sobre las 4×12 de Andreas Kisser.

En conclusión no queda más que decir que SEPULTURA tuvo una noche sublime, un sonido increíble, demoledor de comienzo a fin, el cual nos paseó por un show de 1 hora con 17 minutos, por sus más grandes éxitos.

Machine Head

Antes de iniciar el relato de MACHINE HEAD, haré una mención honrosa a la producción que trabajó a la altura de las circunstancias. Dada la envergadura del concierto, SEPULTURA y MACHINE HEAD tocaron con backline propio; por ende la producción se vio enfrentada a un desafío mayor, montar un espectáculo desde cero al termino del show de los brasileños. Para esto obviamente en lo técnico hubo ayuda primordial del sistema de sonido que se encontraba (FOH), sumado al crew de las dos bandas, potenciando de esta manera el cambio de las baterías (con pisos móviles) en el escenario.

Sumado a lo anterior, esta pausa ayudó a dar un respiro entre los asistentes al espectáculo. Cabe mencionar que MACHINE HEAD llegaba por primera vez a nuestro país en la gira promocional de su última placa denominada Unto the Locust (2011).

Siendo objetivos, pasado el show de SEPULTURA el pensamiento colectivo redundó en dos consecuencias; los asistentes se vieron bastantes cansados, debido a la batería demoledora de éxitos generando moshpits de gran envergadura; y como segundo punto, la vara alta que dejó la primera presentación de la velada en cuanto a sonido y puesta en escena.

Así entonces, después de tan solo treinta minutos de espera, todo lo mencionado fue tomado, arrugado, aplastado y desintegrado cuando se apagaron las luces y entró en escena Robb Flynn. Literalmente se cayó el Caupolicán por completo. No hubo espacio para pensar en que era la primera vez que MACHINE HEAD visitaba nuestro país ni menos concentrarse en el sonido del concierto y otras cosas, y así es como MACHINE HEAD partió con la “kick in the ass” más grande del planeta.

Robb Flynn con tan sólo decir “Hear me now” daba el vamos a la presentación de los norteamericanos con ‘Imperium‘, acompañado de uno de los moshpit más impresionantes que ha visto el recinto. La máquina demoledora de MACHINE HEAD siguió devastando sin tregua a los presentes con ‘Beautiful Mourning‘ donde el mismo Robb Flynn pidió a los fans hacer un moshpit y desencadenar la enfermedad en Santiago.

En este punto se pudieron escuchar algunos problemas de audio. Si pensaron los asistentes al espectáculo que SEPULTURA sonó fuerte, estaban completamente equivocados, ya que MACHINE HEAD llegó al borde de la sanidad auditiva. Esto provocó que a ratos se perdiera la voz bajo la banda, y por consecuencia se nos regaló el primer acople de la noche.

Dando una pausa al review del concierto uno se pregunta: ¿Por qué MACHINE HEAD no se había presentado antes en Chile? Esto, pensando y tomando en cuenta todos los puntos de vista, logística, gestión, accesibilidad de la banda, así como también qué tan atractivo es para nuestro país tener a MACHINE HEAD. De manifiesto queda que el 19 de Octubre del 2011 fue el momento perfecto generando una ecuación ideal; teniendo por un lado la variable de la entrega de los oriundos de California y su madurez musical, sumada con la variable del poder inigualable de sus fans chilenos que desbordaron con su energía a la banda. Esto dio como consecuencia un show demoledor, estridente en lo emotivo y lo visual.

Siguiendo adelante con el concierto y dejando atrás los problemas técnicos que se pudieron escuchar en el segundo tema ejecutado, el concierto continuó con un gran éxito de la banda, ‘The Blood, the Sweat, the Tears‘, canción que fue coreada por todo el público asistente, dejando a ratos en silencio a Robb Flynn, impresionado por como el público entregaba todas sus fuerzas en vitorear y cantar los temas de MACHINE HEAD. Continuó el espectáculo con ‘Locust‘, tema de su última placa, donde a diferencia de SEPULTURA con sus temas nuevos presentados en el show, los temas del disco Unto the Locust (2011) de MACHINE HEAD fueron coreados más fuertes que nunca, demostrando que las personas que se encontraban en el espectáculo eran fans Nº1 de la banda. Para elevar aún más la consagración del espectáculo, como también consolidar el trabajo hecho por MACHINE HEAD en su último trabajo discográfico, siguió el show con ‘I Am Hell (Sonata in C#)‘ potenciando a los presentes a seguir todavía más devastando la cervical. Este tema además de contar con una riqueza en matices y alturas musicales, cuenta con secciones acústicas, potenciado por el increíble registro vocal que tiene Robb Flynn. En consecuencia de lo antes mencionado obtuvimos en vivo una riqueza impresionante de parte de MACHINE HEAD en texturas musicales. Es así como esta sección del concierto tuvo como denominador común el headbanging al por mayor.

Prosiguiendo con la presentación, MACHINE HEAD vuelve unos años atrás en sus producciones y nos entrega en vivo ‘Aesthetics of Hate‘, con una potencia en la puesta en escena que seguía vislumbrando a los presentes. Aún en este tema se siente el malestar y represalia de Robb Flynn por los comentarios hechos por un medio de difusión frente a la muerte de nuestro querido Dimebag Darrell. Volviendo al espectáculo en esta sección se clarificó el sonido, empezaron a patear los bajos como también se logró obtener una claridad en los matices generados por los músicos como también en los trabajos vocales de Robb Flynn. No está demás mencionar que la iluminación del concierto estuvo en un estado superior ayudando a matizar aún más lo expuesto por los músicos.

Siguiendo la temática de recordar éxitos anteriores de la banda es como se hace presente ‘Old’ prendiendo aún más al público, a estas alturas MACHINE HEAD no tenía piedad con ninguno de los presentes al espectáculo, no dio ningún minuto de pausa elevando aún más la temperatura del recinto. De este modo el concierto necesitaba dar una pausa, una transición en su show, y entonces se hizo audible ‘Darkness Within‘, donde aparecieron humildemente algunos encendedores y celulares, haciendo más acogedor al recinto.

Terminado esto y agradeciendo a MACHINE HEAD el respiro que le entregó a los presentes en esta noble justa, comenzó nuevamente el headbanging y los moshpit al por mayor, junto a ‘Bulldozer‘ y ‘Ten Ton Hammer‘, demostrando nuevamente que la banda se encuentra a las alturas de lo esperado por sus fans, con un ponderador común, una demoledora actuación.

Es de este modo como la banda se despide en primera instancia del público. Sin mucho preámbulo y para no enfriarlos, MACHINE HEAD vuelve a escena donde pasa una de las anécdotas más entretenidas de la noche. En medio de una conversación que tuvo Robb Flynn con el público alguien le lanza la bandera de Chile, cayendo está completamente sobre su cara. Ante esta situación Robb Flynn agradece amablemente el gesto, pero como buen metalero le solicita de buenos modos que para la próxima vez se la entregue en la mano su hijo de …, no seremos explícitos en este punto pero entenderán que no se la llevó gratis el patriota lanzador.

Es así como el concierto continuó con uno de los más grandes éxitos de MACHINE HEAD, ‘Halo‘ donde todos con las palmas arriba ayudaron a levantar aún más el ánimo que por estos momentos estaba desbordando el Teatro Caupolicán. No está demás mencionar que en este tema en particular, tanto Robb Flynn como Phil Demmel se lucen en cada uno de sus solos de guitarra como también en un unísono que llegó a crear otro increíble moshpit, llevando el público a coro la melodía del solo.

Y finalizando, MACHINE HEAD toca su último tema sobre el escenario del Ex-Monumental, y avocando tiempos pasados de la banda, llega a nuestros oídos el tema ‘Davidian‘. Aunque no lo crean, a estas alturas, el público habiendo tolerado un concierto completo de SEPULTURA más una batalla campal y demoledora de la mano de MACHINE HEAD, mantuvo las fuerzas y despide a la banda con un moshpit que quedará en la retina de cada uno de los presentes.

En conclusión y a modo de sintetizar lo visto el pasado 19 de Octubre del 2011 SEPULTURA se comportó como una retroexcavadora, logrando levantar cada uno de los presentes en el público, llegando MACHINE HEAD a aplastar a cada uno de ellos, cementando una noche magistral de una buena dosis de metal a la vena.